martes, 4 de diciembre de 2012

LA REVELION DE LOS CRIOLLOS

Primeramente haré un resumen breve de la situación en Europa de aquella época y sobre todo de la madre patria.


Ubiquémonos en el año: es 1808. La revolución Francesa tenía tiempo de haber terminado y había dejado sentir su influencia intelectual en todo el mundo y sobre todo en América con los derechos universales del hombre y el ciudadano; Napoleón se encontraba en su mejor etapa y con una reciente (aunque corta) alianza con Rusia, aparecía en verdad como un emperador invencible. En España la ineptitud de Carlos IV había hecho que su consejero, Manuel Godoy, tomara las riendas del gobierno desde 1793 e incluso dicen las malas lenguas de las buenas gentes, las riendas de la reina (¡ay papa!).



Godoy firma desde 1807 el tratado de Fontainebleau con Napoleón, donde se acuerda que napoleón podrá pasar por España para tomar ocupación de Portugal que es aliado de Inglaterra y así repartirse el territorio de Portugal entre Maria luisa la reina de España y el mismo Godoy. Sin embargo las intenciones de napoleón son llevar a cabo un masivo bloqueo continental contra Inglaterra y así simplemente decide ocupar también España.


100 000 soldados franceses penetran en España y toman sus principales ciudades y fortalezas. Godoy muy tarde se percata de su error, y en un intento por proteger la realeza española, planea el escape de los reyes hacia la nueva España; sin embargo el pueblo español se percata de esto y lleva a cabo el motín ó sublevación de Aranjuez, donde el ministro Godoy es finalmente encarcelado y Carlos IV es obligado a abdicar a favor de su hijo Fernando VII; pero Fernando VII gobierna de manera ficticia pues napoleón lo reconoce solo como príncipe de Asturias, además de que las tropas francesas “aliadas” tenían ocupadas como mencione antes las principales ciudades y fortalezas. Para colmar el plato, una vez pasado el “susto” de Aranjuez, Carlos IV pide a napoleón intervenir en la disputa por la sucesión con su hijo pues afirma su abdicación fue obligada y por tanto invalida, además pide protección para él, la reina y hasta Godoy quien es trasladado a Paris. Así se concertó una reunión en bayona, donde el emperador toma prisionero al seudo-rey y tras presiones lo obliga a abdicar nuevamente a favor de su padre Carlos IV. Ocurrió esto el 1º- de mayo de 1808, el 2 de mayo muy temprano de mañana mandan 2 carruajes al palacio real en Madrid, uno para la infanta María Luisa y otro para el infante real Antonio, los madrileños que estuvieron siempre recelosos de sus “aliados franceses” (recuerden que en un principio llegaron como aliados) se dieron al fin cuenta de sus intenciones, se levantaron todos en armas para proteger a la familia real y al grito de “¡traición, traición! ¡Mueran los franceses! ¡Vasallos a las armas!” comenzaron en ése momento la
guerra de independencia española. Tiempo después el 7 de julio llegaría a bayona José Bonaparte para ser nombrado rey de España y las Indias de occidente.


Situación en la Nueva España a raíz de la invasión a la madre patria:



Antes quisiera hablar también de los factores internos que promovieron el descontento de los Criollos novo hispanos con la madre patria, es bien sabido que la razón principal fue la marginación a la que fueron sometidos por parte de los españoles peninsulares para no poder acceder a los puestos de interés político; sin embargo hay otro factor de mucho peso y de suma importancia:
la Real Cédula de Consolidación de Vales

 

LAS CONSPIRACIONES CROLLAS

El malestar contra la política real era generalizado. En la última década del siglo XVIII y primera del siglo XIX, brotaron conspiraciones como hongos, buscando hacer realidad la independencia. En 1793 se descubrió en Guadalajara la conspiración de Montenegro. En 1794, en México, la del contador Juan Guerrero, miembro del cabildo. En 1799 se logró abortar la llamada "Rebelión de los machetes" en la que participaron mestizos y mulatos del centro y occidente del país.Mientras tanto, en España sube al trono uno de los monarcas más incompetentes de la historia: Carlos IV. El manejo de la política queda en manos del ministro Godoy, amante de la reina, quien arruinó al reino. Al percibir la debilidad de la dinastía borbónica, el emperador Napoleón, creyó fácil apoderarse del trono español y gobernarlo a través de su hermano José.

En 1808 las tropas francesas invaden España y el 1 de mayo Napoleón obliga al rey español y a su heredero Fernando VII a abdicar y nombrar a su hermano José como rey de España. Fervientes patriotas los españoles se rebelan contra Napoleón en una guerra que duraría seis años y que le costaría al emperador la perdida de 300,000 de sus mejores soldados. Se forman en varias ciudades "juntas" que gobiernan en nombre del monarca depuesto.

Hasta julio de 1808 se sabe en México la abdicación del rey y el posterior levantamiento español. El virrey Iturrigaray percibe que cualquier cosa puede pasar y convoca a la Real Audiencia del Ayuntamiento, junto con las parcialidades y gremios a discutir sobre la situación. El ayuntamiento, regido por la clase media, declara que la soberanía, a falta de monarca, recae en la nación por lo que debe convocarse a todos los cabildos, erigir una "Junta Gubernativa" separada de las de España y "guardar el reino" para Fernando VII.

Los españoles se dan cuenta que tales proposiciones mermarían su poder y la Real Audiencia se opone, proponiendo que se reconozca a la Junta de Sevilla en España y que el virrey siga sus funciones como antes. Iturrigaray vacila y el 15 de septiembre de 1808 los españoles, liderados por Gabriel del Yermo apresan al virrey y nombran a un comandante militar como nuevo virrey. Los criollos ven con claridad que bajo el supuesto apego a la ley, no hay más que voluntad de poder y de privilegios. A partir de entonces sus ideas se radicalizan.

A fines de 1808 es descubierta una amplia conspiración dirigida pos los militares criollos Michelena y Obeso, que son apresados. Fue una conspiración de amplias ramificaciones, varias de las cuales, no descubiertas, servirían para apoyar el pronunciamiento de Hidalgo en 1810 y para darle cuerpo a la conspiración de Querétaro. Las cosas han llegado a tal punto que corren libelos que hablan abiertamente de independencia. Fray Melchor de Talamantes expone que la independencia es necesaria y provechosa, pues no se debe obediencia a un rey preso y la Nueva España tiene todos los elementos para procurar su propio sustento y felicidad.

Como rescoldo de la fracasada conspiración de Valladolid, el corregidor Domínguez de Querétaro, elabora nuevos proyectos de independencia y pone al mando de su conspiración al capitán Ignacio Allende, del regimiento de Dragones de San Miguel, esta a su vez invita a participar al cura de Dolores, Miguel Hidalgo, quien terminara encabezando las reuniones.

MIGUEL HIDALGO

La independencia estaba programada para iniciar el 2 de octubre, pero el descubrimiento prematuro de la conspiración obliga a Hidalgo a adelantarse. Desgraciadamente, opta por la insurrección abierta del populacho, aunque tenga que recurrir a excitar el odio de castas.

El 15 de septiembre de 1810, convoca a sus feligreses a levantarse en armas por "Fernando VII" y en contra de los españoles que quieren entregar a la Nueva España a Napoleón. En Atotonilco enarbola el estandarte de Nuestra Señora de Guadalupe, agregando así de manera deplorable un ingrediente de fervor religioso a la consecución de un proyecto político. Capturan San Miguel, Celaya, Salamanca e Irapuato. Para posteriormente dirigirse a Guanajuato, donde se produce la primera matanza de la guerra. En vano Allende trata de moderarla. Posteriormente capturan Valladolid de donde se dirigen a la ciudad de México por Toluca. En El Monte de las Cruces se le enfrenta una escuálida tropa realista, que es fácilmente derrotada por las tropas independentistas. Sin municiones, y ante la proximidad de Calleja, Hidalgo se ve obligado a regresar a Valladolid. En Aculco es interceptado y derrotado por Calleja. Las innumerables huestes de Hidalgo de desbandan. Hidalgo regresa a Valladolid y enfila sus ataques a Guadalajara, donde para congraciarse con la plebe emite decretos populistas y permite degollinas de españoles.

Allende riñe severamente con él e intenta arrebatarle el mandoEn Puente Calderón, el ejército insurgente es nuevamente derrotado por Calleja y desbanda a los independientes por todas partes. Hidalgo intenta huir a Texas para reorganizarse, pero en Acatita de Baján es traicionado y entregado al poder virreinal junto con Allende, Aldama y Jiménez, todos fueron fusilados terminando así la primera etapa de la independencia, que apenas duró 8 meses.


JOSÉ MARÍA MORELOS

Una de las medidas más inteligentes de Hidalgo, fue comisionar a diversas personas para levantar diversas regiones del país, este es el caso de Morelos, quien fue encargado de levantar la zona sur del país. Morelos pasó por la cuenca del Balsas reclutando gente; no una chusma incontrolable, sino pequeñas partidas guerrilleras. También supo conjuntar un admirable equipo de ayudantes: Matamoros, Los Galena, Los Bravo, Verduzco, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero. Después de Asediar infructuosamente Acapulco, tomó Chilpancingo y de dirigió a Cuautla. Allí fue sitiado por Calleja quien sufrió el primer revés de su brillante trayectoria ante la resistencia de Morelos. En 1812 realizó una serie de geniales maniobras que culminaron con la toma de Cuernavaca, Tehuacán, Orizaba, Oaxaca y Acapulco.

A mediados de 1813, Morelos intentó darle legalidad al movimiento con una dirección política bien fundamentada, para eso creó el Congreso de Chilpancingo, que aunque, fue más o menos aceptado por los demás insurgentes, pronto generó rencillas y su único logró fue redactar la Constitución de Apatzingan que nunca pudo ser puesta en vigor.

En diciembre de 1813 Morelos al frente de su mejor ejército intento retomar Valladolid, pero fue derrotado por los realistas Llano e Iturbide. A partir de ahí encadenó una serie de derrotas hasta su captura y fusilamiento en 1815.

Con la muerte de Morelos el movimiento independentista se atomiza. En 1814 se reinstaura el absolutismo en España con el retorno del rey Fernando VII, y se nombre Virrey a Calleja, quien desarrolla una sistemática aniquilación de los líderes insurgentes. En 1815, se disuelva el congreso de Chilpancingo y antes de 1817 todos los jefes insurgentes son derrotados, quedando sólo Osorno, Guerrero y Guadalupe Victoria. En 1816 es nombrado virrey Apodaca, quien decreta una amnistía general con miras a pacificar el virreinato.

El balance de siete años de guerra, y de las terribles atrocidades cometidas por ambos bandos, es de mas de 600,000 muertos (aproximadamente el 10% de la población), los campos fueron arrasados, las minas inundadas, el comercio estrangulado y el antes prospero virreinato fue sumido en la ruina.

AGUSTÍN DE ITURBIDE

Para 1820, la causa de la independencia parece por completo perdida, pero entonces ocurren una serie de sucesos inesperados; una asonada liberal en España obliga a Fernando VII a restablecer la Constitución de Cádiz, pero ya con un radical contenido liberal. La noticia fue recogida en México con sentimientos encontrados. Los comerciantes la apoyaron, pero en general las clases privilegiadas vio con malos ojos la nueva constitución, tanto por el fin de sus privilegios como por su radical anticlericalismo. En el templo de la Profesa fraguaron un plan para independizar a México guardándolo como monarquía leal a Fernando VII, donde podría gobernar sin constituciones liberales. Necesitaban un militar de prestigio para encabezar el movimiento y escogieron a Agustín de Iturbide.

La conspiración pronto abortaría, pero Iturbide tomó su nuevo mando como General de los Ejércitos del Sur con su plan ya forjado, independizar a México de España. Tras unos breves combates con guerrero invitó a esta a conferenciar y le propuso el Plan de Iguala para independizar a México de España. Iturbide desplegó una hábil campaña diplomática que en 9 meses logró lo que no habían realizado 10 años de guerra. El Plan de Iguala estaba tan bien elaborado que logró la adhesión de prácticamente la totalidad de los mandos y tropas realistas e insurgentes, con los que se formó el Ejército de las Tres Garantías, que salvaguardaron el Plan de Iguala y la Independencia.

El Plan de Iguala proclamaba la independencia completa e inmediata respecto de España, agradando a un tiempo a criollos y a insurgentes; proclamaba también un trato igual para criollos y españoles, atenuando con esto el temor de los peninsulares y otorgando ventajas a indígenas, mestizos y criollos; proclamaba la supremacía de la religión católica y colocaba las tres garantías del plan en manos del Ejército Trigarante.
 

Factores internos y externos de la Independencia de México Causas Internas


Son aquéllas que se originaron en el interior de la sociedad hispanoamericana como resultado de su propio desarrollo histórico, y se caracterizan por destacar algunos aspectos negativos de la acción colonizadora española.
En México, también el bajo clero, como muestra la destacada participación de los sacerdotes Miguel Hidalgo y José María Morelos, colaboró con los revolucionarios y tuvo una participación destacada en la independencia. Otras posibles causas aducidas reiteradamente, como la crueldad y el despotismo con que eran tratados los indígenas y las restricciones culturales impuestas por las autoridades españolas, están en abierta contradicción con algunos datos de la realidad.
Los criollos se sentían relegados a un segundo plano por los peninsulares, y fueron aquéllos los que dirigieron la revolución; los mestizos no eran tomados en cuenta debido a que en su gran mayoría eran fruto de relaciones ilegítimas; las castas se encontraban en condiciones inferiores por su propio estado natural y en general el descontento era unánime.
España había considerado siempre a América como parte de ella misma, y por ende había dejado en pie un sistema de monopolios, estancos y barreras que tendían a impedir el libre comercio exterior. Los impuestos eran muy elevados y España estaba en decadencia.


Causas Externas:

La Revolución Industrial que había triunfado en Inglaterra a fines del siglo XVII imponiendo el sistema maquinista sobre el artesanal y creando, además, una nueva clase social que fue la burguesía capitalista, la cual tuvo que hacer frente a los problemas del proletariado. Las potencias industrializadas tuvieron que competir por los mercados, al luchar por el abastecimiento de las materias primas.
El liberalismo en general, con sus movimientos libertarios establecidos en sociedades secretas, completaron este panorama de inquietudes.
Son aquéllas que se originaron en el interior de la sociedad hispanoamericana como resultado de su propio desarrollo histórico, y se caracterizan por destacar algunos aspectos negativos de la acción colonizadora española.
En México, también el bajo clero, como muestra la destacada participación de los sacerdotes Miguel Hidalgo y José María Morelos, colaboró con los revolucionarios y tuvo una participación destacada en la independencia. Otras posibles causas aducidas reiteradamente, como la crueldad y el despotismo con que eran tratados los indígenas y las restricciones culturales impuestas por las autoridades españolas, están en abierta contradicción con algunos datos de la realidad.
Los criollos se sentían relegados a un segundo plano por los peninsulares, y fueron aquéllos los que dirigieron la revolución; los mestizos no eran tomados en cuenta debido a que en su gran mayoría eran fruto de relaciones ilegítimas; las castas se encontraban en condiciones inferiores por su propio estado natural y en general el descontento era unánime.
España había considerado siempre a América como parte de ella misma, y por ende había dejado en pie un sistema de monopolios, estancos y barreras que tendían a impedir el libre comercio exterior. Los impuestos eran muy elevados y España estaba en decadencia.


Causas Externas:

La Revolución Industrial que había triunfado en Inglaterra a fines del siglo XVII imponiendo el sistema maquinista sobre el artesanal y creando, además, una nueva clase social que fue la burguesía capitalista, la cual tuvo que hacer frente a los problemas del proletariado. Las potencias industrializadas tuvieron que competir por los mercados, al luchar por el abastecimiento de las materias primas.
El liberalismo en general, con sus movimientos libertarios establecidos en sociedades secretas, completaron este panorama de inquietudes.

ANTECEDENTES DE LA CONQUITA DE MEXICO

Las expediciones que antecedieron a la conquista
En enero de   murió Fernando el Católico y para entonces había transcurrido casi un cuarto de siglo desde los descubrimientos colombinos. Debido a la imposibilidad para gobernar de su hija Juana I, había nombrado en su testamento a su nieto Carlos I como su sucesor,1 pero antes de que éste asumiera el mando, el cardenal primado Francisco Jiménez de Cisneros ejerció brevemente el poder en Castilla. En España ya se tenían noticias de que en el territorio ignoto había pueblos "muy ricos en oro y otros metales preciosos".3 Como medio para hacerse de esas riquezas, se proclamó una ley que autorizaba el rescate de oro4 con la cual se promovía que los españoles viajaran a América para comerciar con los nativos, dando de sus ganancias el 20% o «quinto del rey»5 y a fin de lograr ese propósito y regular el comercio de las Indias Occidentales, se creó la Casa de Contratación en 1503. Ésta fue controlada por el obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca, quien a su vez designó como tesorero a Sancho de Matienzo y como contador a Juan López de Recalde. A la muerte del cardenal Jiménez en octubre de 1517, recayeron los asuntos transoceánicos del rampante Imperio español en el obispo de Burgos. Años antes, en 1514, el almirante y gobernador de las islas del mar Caribe Diego Colón y Moniz Perestrello había sido llamado a comparecer ante el rey Fernando el Católico por su mala administración. Por ello el cardenal Cisneros envió como sustitutos a los frailes jerónimos Luis de Figueroa, Bernardino de Manzanedo, Alonso de Santo Domingo, y Juan de Salvatierra a la isla La Española. Diego Velázquez de Cuéllar era el teniente de gobernador de la isla Fernandina (Cuba), residía en Baracoa y estaba supeditado a las órdenes, más de nombre que en realidad, de Diego Colón.